Las intensas lluvias del verano lo obligaron a reducir las clases de tenis que dictaba en la Unidad Sionista. Por eso, exploró nuevas alternativas que le permitieran un ingreso extra de dinero. Y la suerte estuvo de su lado: el jueves 17 Pablo Aiziczon tuvo a su cargo la cantina en el recital de Joaquín Sabina, en el estadio Monumental.
Esta actividad inusual del profesor de tenis es una de las hipótesis que siguen los investigadores. De acuerdo a una de las versiones que maneja la Policía, hubo varias personas que estuvieron molestas por no haber obtenido ese negocio.
Sin embargo, Máximo García Hamilton, uno de los productores del show, contó que la subconcesión de la cantina había sido otorgada a Aiziczon hace tiempo. "Tuvimos conversaciones con otros interesados, pero elegí a Pablo por la amistad que teníamos", comentó a LA GACETA. El productor y el instructor de tenis llevaban meses charlando sobre la posibilidad de trabajar juntos. "Él buscaba algo que le dé un ingreso alternativo al tenis. Las lluvias lo veían castigando mucho", dijo García Hamilton.
El resultado positivo del último recital entusiasmó a Aiziczon a realizar nuevos emprendimientos. "Hablamos de la posibilidad de repetir esta experiencia en un nuevo recital en mayo", contó el productor. La noche anterior a su desaparición, García Hamilton y Aiziczon estuvieron juntos. "Vimos los números del negocio. Le había ido relativamente bien", contó el productor.
"Esa noche lo vi tranquilo. Hasta donde yo sé, había cerrado los acuerdos con todos los proveedores, por lo que creo que no tuvo ningún inconveniente", afirmó García Hamilton. De esa manera, el productor descartó, a su entender, que el móvil del crimen pudiera estar relacionado con ese negocio.